La guitarra, la voz y el espectáculo de Diego Cortés cautivaron al público que llenó la sala Pinós-Miralles del Espacio Cultural Fuente de la Mina, el pasado 11 de enero. La actuación de Cortés forma parte del Festival Catalunya Arte Flamenco, el más importante del país porque congrega a los mejores del panorama flamenco actual en los mejores escenarios, según destacan los mismos organizadores. El festival abrió puertas el pasado mes de octubre en el teatro Sagarra de Santa Coloma de Gramenet con la actuación de El Cabrero y cerrará con la voz de Mayte Martín en la Cúpula Las Arenas, de Barcelona, a finales de enero. El cartel ha incluido, entre otros, Tomatito, Juaneke, Estrella Morente, Sara Barrero, Chicuelo y Salao.
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Diego Cortés vino acompañado del guitarrista, José M. Parra, y de las bailaoras Miranda Cortés y Verónica Casas, haciendo muestra, a lo largo de dos horas de concierto, de un estilo muy personal de base flamenca que fusiona con otros estilos, especialmente, el Jazz, pero también en el Funk, el rock y ritmos latinos. En sus conciertos busca la excelencia y, por encima de todo, transmitir la pasión que rezuma de su talento y toda su obra. Así, fue también en este último concierto, ante un público que lo sigue allá donde va y que pidió unos bises que fueron correspondidos por el artista. Nacido en 1956 en Barcelona, en el seno de una familia gitana de tradición flamenca, Cortés empezó a actuar muy pequeño acompañando a sus padres a los tablaos, hasta los 17 años, cuando hace su primer viaje a Nueva York y una gira por Estados Unidos, actuando entre otros escenarios en el Madison Square Garden acompañado por la Orquesta Filarmónica de Nueva York. De vuelta, cargado de nuevas ideas, comenzó a componer sus propias canciones y partir de ahí se desarrolla la capacidad creadora y artística de Diego Cortés, que participa en multitud de festivales nacionales e internacionales junto, entre otros grandes, como Santana , Celia Cruz, Mike Oldfield, Ramones y Paco de Lucia.
Con su primer grupo, Iberia, se presenta por toda Europa a festivales como el Montmatre de París. Los años 90 hace numerosas giras internacionales con su nuevo grupo Jaleo. Vuelve para actuar en Nueva York y mantiene su relación con el Mercado de las Flores. En el año 2001 inicia el trabajo conjunto con Albert Pla y crea una nueva formación, Chispa Negra, con la que sigue actuando en los Festivales de Jazz que se organizan partes. Otro de sus destinos habituales durante sus giras es Latinoamérica y el paso por el Palau de la Música Catalana de Barcelona y, en varias ocasiones, celebró el año nuevo actuando en el Gran Hotel St. Denis de Singapur, invitado por su amigo, Santi Santamaria, el desaparecido Chef de Sant Celoni. Actualmente, revoluciona los escenarios con el espectáculo de su nuevo grupo Kejaleo, que forma con Cristo Fontecilla (guitarra), Xavi Turull (percusión), Roger Blàvia (batería), Jordi Franco (bajo) y Rosalía Vila (voz).
Ha sido un lujo tenerlo en la Mina. Un barrio que él ya conocía, sin embargo, que hacía años que no pisaba y que el día del concierto, tal como comentó en alguna conversación posterior, le sorprendió positivamente por su transformación. Y, probablemente, también ha sido así para mucha gente del público, que en algunos casos quizás era la primera vez que venían, atraídos por la propuesta del Festival, y que gracias a ello han tenido la oportunidad de conocer la Mina de hoy.