En verano y en invierno, el mar y la montaña. Hasta diez destinos diferentes han elegido las veintidós cuatro familias de la Mina que han disfrutado del programa "Vacaciones en Familia" de la Generalitat, orientado a potenciar el ocio familiar desde la convivencia entre sus miembros y con el resto de familias que participan.

 

El año 2018, Fem Familia y la caja de los juegos, se integraron en la red SOAF (Servicios de Orientación y Atención a las Familias) del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, que depende de la Dirección General de Familias. Desde entonces, las familias que atienden estos dos servicios socioeducativos del Consorcio, pueden beneficiarse de esta iniciativa. A lo largo del año se ofrecen estancias de fin de semana en régimen de pensión completa en alguno de los albergues catalanes que colaboran con el programa. Pueden participar familias con hijos menores a cargo en situación de vulnerabilidad social, que sólo tienen que asumir los gastos del transporte y que pueden optar un máximo de una vez al año.

  

Llegan viernes antes de cenar y se están hasta el domingo por la tarde. Disponen de habitación privada que en algunos casos también tiene baño, y en otros es compartido. Estas veintidós cuatro familias representan un total de cincuenta y un adultos y cuarenta y cuatro niños, casi un centenar de personas. Los que han elegido montaña han ido a la Molina, Núria y Planoles; los que han preferido la playa, a la Escala de Coma-ruga, Altafulla y Cabrera de Mar; ha habido varios destinos a las ciudades de Olot y Vic, y también en la Espluga de Francolí. Colaboran con el programa hasta treinta y dos albergues de la Red nacional de albergues sociales de Cataluña que ponen a disposición del departamento y las familias sus instalaciones, servicios y una propuesta de actividades de ocio.  

  

El pasado 2019 se otorgaron plazas para 200 familias. La gestión de las solicitudes se hace a través de los servicios que, por un lado, hacen la propuesta al departamento teniendo en cuenta la idoneidad de las familias y preparan la documentación que se requiere para hacer el trámite y, por otra, hacen apoyo a las familias a la hora de preparar el viaje. Se mira conjuntamente con ellas cuál es el medio de transporte más adecuado, especialmente, en los casos en que no se dispone de vehículo particular y se hace investigación de actividades y lugares de interés que puede haber en la zona del albergue elegido. La experiencia, después de dos convocatorias es muy positiva, tanto por parte de las familias que están agradecidas y satisfechas, como los equipos de educadores. Las familias valoran poder salir de la rutina diaria y la oportunidad de compartir en familia, que sino fuera por el programa difícilmente habrían ido a pasar todo un fin de semana fuera los entornos que ofrecen los albergues. Los equipos, a cargo de los servicios, consideran que es una muy buena manera de trabajar la autonomía y que les da la experiencia de disfrutar de un modelo de ocio familiar que para algunas de ellas es desconocido, así como el hecho de convivir con las otras familias con que coinciden.

 

Consorcio del barrio de la Mina