En el mes de enero del año 2009 comenzó la construcción de los 422 viviendas de protección oficial, 338 de los cuales van destinados al realojo de las familias inicialmente afectadas por las actuaciones urbanísticas del Plan de transformación. El presupuesto de las obras es de 46 millones de euros. Y, con respecto a las promociones privadas, entre los años 2006 y 2008, se construyeron las primeras, que han aportado los primeros 468 pisos para el mercado libre, tres de ellas dentro de los límites del Plan de Transformación. Las nuevas edificaciones, tanto las sociales como las privadas, se ajustan al principio de diversidad de los planteamientos de Plan de transformación, que tiene uno de sus puntos fuertes en la mezcla de población con la llegada de nuevos vecinos en el barrio y la desuniformització de edificios y arquitecturas.

Las nuevas viviendas están ubicados en parcelas de nueva creación situadas en el eje central que define la Rambla de la Mina. Esta baja desde el Parque del Besós en dirección al mar hasta la avenida de Eduard Maristany. Las nuevas calles y viales transversales surgidos de la reparcelación de las zonas liberadas con el derribo de los viejos equipamientos y las naves del antiguo polígono industrial han generado un total de 23 solares destinados a la nueva vivienda, equipamientos, zonas verdes y reserva de suelo para futuros equipamientos.

Las promociones de viviendas sociales ocupan siete de ellas nuevas parcelas, tres por sobre la avenida Manuel Fernández Márquez, con un total de 160 pisos y cuatro entre Fernández Márquez y la calle Ramon Llull, con 240 pisos más. Para cada uno de estos nuevos edificios de viviendas se ha encargado un proyecto diferente con el objetivo de romper la uniformidad que dan al barrio los bloques originales construidos a principios de los años 70 y que definieron la fisonomía de la Mina.

De acuerdo con el principio de diversidad que rige el Plan de transformación, dentro de sus límites, se ha decidido el número de nuevas viviendas. Así los 2.721 pisos del polígono original de viviendas protegidas, 260 están actualmente afectados por la modificación urbanística y desaparecerán. En contrapartida se construyen un total de 1.145, de los cuales 422 son de protección oficial y 733 para el mercado libre. En consecuencia el porcentaje de vivienda protegida y libre pasa de 100% y 0% respectivamente a, 79% de protegido y un 21% de libre. El objetivo es que la diversidad no se quede sólo en la arquitectura de los edificios sino que se traduzca en la estructura social del barrio, en beneficio de su población.

Las nuevas edificaciones son de escala bastante más pequeña que los de la Mina Nueva y se integran en la estructura previa del barrio formando un nuevo orden abierto con construcciones variadas que introducen nuevas formas, colores y elementos arquitectónicos, con nuevos usos de los espacios interiores. Son construcciones más filtradas que tienen espacios exteriores abiertos, terrazas y balcones, donde disfrutar del privilegio de ser un barrio en primera línea de mar. A cada uno de los bloques de viviendas que se construyen se hacen aparcamientos para vehículos en un número superior al de pisos para dar opción a los que no son vecinos del inmueble a tener plaza de aparcamiento y reducir así el problema de la aparcamiento en la calle.

El Consorcio del barrio de la Mina encargó al INCASOL las obras de construcción de las siete promociones de vivienda social, que como decíamos comenzaron en enero de 2009. Los primeros 34 vecinos han recibido las llaves en diciembre de 2012.