Más de un vecino y una vecina se paraban curiosos al ver grupos de hombres y mujeres limpiando pintadas de las paredes y los solares-parkings del barrio, el pasado jueves santo. Y, quedaban más sorprendidos aún cuando sabían que se trataba de una actuación voluntaria, motivada únicamente y de manera exclusiva por amor al próximo. La iniciativa fue de los jóvenes y los movieron las ganas de contribuir a mejorar el espacio público de la Mina para que sus vecinos y vecinas se encuentren mejor. Ha sido su manera de participar y aportar su grano de arena a la transformación que vive el barrio. .
Todos forman parte de la comunidad eclesial Hillsong en Barcelona. Una iglesia evangélica que se define como contemporánea y progresista, en busca de la integridad y la autenticidad de la persona. Como no se quieren quedar encerrados en las celebraciones del domingo, organizan actuaciones con una clara implicación social que los conecten con la realidad de los más desfavorecidos. Aquí, la Mina, llegaron a las ocho de la mañana, dispuestos a ponerse a las órdenes del equipo de la brigada de limpieza y mantenimiento del Consorcio. El grupo estaba formado por 44 personas de diversas nacionalidades de Europa y Sudamérica, varias ciudades españolas, y muchos de Barcelona y alrededores. Mayoritariamente fueron jóvenes, aunque también participaron personas mayores. Al ser jueves santo, día laborable, pero, festivo para los estudiantes, éstos aprovecharon que tenían fiesta para sumarse a la actividad. Aunque, para los que también trabajan, la jornada continuó después. Así pues, distribuidos en grupos pequeños y equipados con escobas y capazos, algunas xapoletes, rastrillos, palas y una carretilla, para los que limpiar y quitar hierbas de cinco solares. Y, cubetas de pintura, brochas, rodillos y escala para los que taparon las pintadas de las paredes de los edificios de viviendas, dedicaron media jornada a mejorar el aspecto del barrio.
Aseguran que son conscientes de que en sus ciudades y en los barrios de éstas hay realidades muy complicadas, que muchas personas tienen que afrontar diariamente, especialmente, en la actual situación de grave crisis económica y social. Por ello, defienden que cualquier acto de solidaridad movido por el amor al próximo tiene sentido si contribuye a aliviar estas necesidades, y aseguran que creen en "el potencial de cada persona y en la importancia de aportar lo que tenemos. Si queremos ver un cambio a nuestro alrededor debemos ser parte de él ".
Ayuda directa desde el trabajo en red
Las actividades que realiza la comunidad de Hillsong pueden tener un ámbito local de acción, generalmente, en colaboración con otras entidades u organizaciones, o global. En Barcelona han participado en acciones de ayuda a las personas sin techo, niños y ancianos, familias, y prostitutas. Trabajando en red para sumar esfuerzos y con acciones puntuales de ayuda a familias y colectivos, repartiendo alimentos y visitándolos para ofrecerse para lo que puedan necesitar. En cuanto a la acción global están involucrados en la lucha contra el tráfico de personas a través de la organización A21 Campaign y el apadrinamiento de niños con Compassion. También forman parte de Watoto, organización internacional, que trabaja en África para ayudar a niños huérfanos y mujeres desatendidas, afectados por la guerra u otros desastres. En este continente Hillsong tiene una fundación desde la que desarrolla todo tipo de actividades y proyectos de apoyo, servicio y ayuda a sus pueblos. Sus valores, fundamentados en el potencial de cada persona y de la iglesia como comunidad, los llevan a cubrir necesidades humanas movidos por el amor y la aceptación de los demás. Esta comunidad se inicia en Barcelona el mes de septiembre del 2011, con un pequeño grupo y actualmente tiene unos 200 miembros. Es una iglesia global asentada en varios países.