Se trata de una exposición conmemorativa del 75.º aniversario del primer Concurso y fiesta de “Cante Jondo”, organizado en la ciudad de Granada en 1922 por grandes nombres de la música y la literatura como Manuel de Falla y Federico García Lorca; que en 1997 inició su periplo en Mataró, y que desde entonces muestra “la sensibilidad que nace al sur y se completa al norte (donde vivimos y queremos)” en palabras expresadas por el presidente del Círculo Flamenco Andaluz en Mataró, Manuel Vargas González, con motivo de la primera inauguración de la muestra.
El montaje es un ejercicio integrador de distintas culturas y valores, y divulgadora de la realidad de muchos a través del lenguaje del arte. Para los que se acerquen al “flamenco” con ganas de entenderlo pero desconozcan su historia y los matices estilísticos de sus cantos, la muestra ayudará a clarificar y percibir su intensidad. Dice el tópico, y en este caso se puede decir que se ajusta fuerza a la verdad, que el pueblo andaluz siempre canta: al trabajo, a las minas o para hacer dormir a sus hijos. Dependiente del pueblo las canciones de cuna se cantan por “fandangos, malagueñas o bulerías”, pero siempre muy pausadamente para transmitir placidez. En cambio, lo “canto a palo seco”, gitano y de los “jondos”, se acompaña del repicar del martillo a las forjas. Es al canto que acompaña el ritmo de la actividad del día.
Todo esto es el que esta exposición organizada por el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs y la colaboración de la Junta de Andalucía, el Centro Cultural Gitano de la Mina y la entidad “Els Dimarts del Llimoner”, pretende transmitir a través de la visión detallada y profunda de los artistas que han reunido su obra en esta muestra colectiva y por lo tanto más poliédrica: distintas visiones sobre una misma realidad, el mundo del Flamenco.