El Plan de transformación del barrio de la Mina ha recibido el Premio Europeo de Urbanismo en una ceremonia celebrada a Bruselas el pasado 16 de noviembre. Un jurado internacional formado por cinco representantes de asociaciones nacionales de urbanistas concedió el premio al Plan de la Mina por sus éxitos, entre los cuales destaca su capacidad para combinar estrategias para resolver complicadas problemáticas sociales en un barrio que había sido marcado por la degradación social y urbana, consiguiendo cambiar y mejorar significativamente el entorno físico y humano. .
Projecte Pla de Transformació 1.pdf
Projecte Pla de Transformació 2.pdf
Destaca los tres ejes principales que inspiran al Plan. En cuanto a su desarrollo y regeneración, señala la creación de nuevas áreas centrales que crean identidad, la introducción de mejoras sociales, económicas y físicas a partir de la diversidad y la promoción del intercambio y la interacción de los miembros de la comunidad del barrio y sus entidades. El Plan de Acción Social del Plan de Transformación se considera la herramienta clave para fortalecer el tejido social de la Mina así como la armonización de esta comunidad con los nuevos vecinos que se instalan en esta nueva etapa.
Juntamente, con los programas de la Red de servicios de inserción sociolaboral, y los de desarrollo comunitario para la promoción de la participación ciudadana en la transformación del propio barrio.
Refiriéndose a la regeneración urbana, el jurado reconoce que la apuesta para crear una rambla central facilita la integración de las antiguas edificaciones de principios de los 70 con las de nueva construcción. Entre ellas los nuevos equipamientos, viviendas y locales comerciales que colaboran al fortalecimiento del tejido social y urbano. Sin olvidar la apertura y conexión del barrio con su entorno más próximo y el centro de la ciudad de Barcelona con la ampliación de la red de transporte público, destacando la llegada del tranvía.
También subraya como formula novedosa y responsable de los éxitos del Plan de transformación la gestión de este mediante un consorcio de administraciones de ámbito local, provincial y autonómico que ha garantizado la solidez del Pla y su financiación. El Consorcio del barrio de la Mina lo constituyen la Generalitat de Cataluña, la Diputación de Barcelona y los ayuntamientos de Sant Adrià de Besòs y Barcelona.
Reconocimiento a la eficacia de los resultados
Este premio supone un nuevo reconocimiento a la eficacia de los resultados del Plan de transformación a diez años del inicio de su gestión, desde una institución europea, el Consejo Europeo de Urbanistas, formado por las asociaciones de urbanistas de toda Europa. Que promueve el intercambio entre urbanistas ofreciendo acceso a expertos en urbanismo, modera procesos de desarrollo urbanístico y organiza estos premios cada dos años. A la suya octava edición se presentaron un total de 30 proyectos, previamente seleccionados por las asociaciones nacionales de los 13 países presentes al certamen de este año. De aquí que el jurado los considerara, ya de entrada, ganadores a todos, y reconociera la dificultad de discernir los cinco que finalmente han recibido el premio.
Así, países como Alemania y Hungría presentaron hasta 4 proyectos; Irlanda, Italia, Eslovaquia y la Gran Bretaña un total de 3; Bélgica y la República Checa 2; y el resto, hasta cinco países más, un único proyecto a competición; entre ellos España que presentaba el Plan de Transformación de la Mina a través de su Asociación nacional de urbanistas. Entre los proyectos presentados el jurado estableció categorías de ámbito geográfico y categorías de ámbito temático, para facilitar la selección final.
Ámbito geográfico. Pequeña escalera, edificios individuales o diseños paisajísticos y urbanos muy locales (1). Las propuestas que concernían a la totalidad de un barrio se clasificaron en dos categorías diferentes, intervenciones de regeneración y transformación (2) -cómo es el caso de la Mina-, y las que proyectaban nuevos barrios en desarrollo (3). Las referidas al conjunto de una ciudad o de ámbito subregional (4). Y, finalmente, las de escalera regional o superior (5).
Ámbito temático. Sostenibilidad (1), donde se valoraba la consistencia y la durabilidad del proyecto a largo plazo (integración de políticas medioambientales, gasto de energía y reutilización de un territorio por el contrario de ocupar nuevas áreas verdes libras). La convivencia de la participación privada y pública en un mismo proyecto (2), -como en el Plan de la Mina-. El aplicio real del proyecto, tanto en cuanto a la suya estricta ejecución física, como a los resultados que se pueden constatar, más allá de estrategias, políticas y planes (3). Y, finalmente, la originalidad y la innovación por el que estos proyectos pueden representar como ejemplo para otros trabajos en cuestión de método, aplicación de recursos y resultados (4), reconocimiento que también se ha dado al Plan de la Mina. El jurado también tuvo en cuenta la habilidad de los equipos para presentar de manera clara la esencia y los resultados de sus propuestas, al considerar que en el mundo actual donde el marketing y las estrategias de venta juegan un papel clave, es importante que los urbanistas sepan desarrollarse con éxito.
El resto de ganadores fueron: Francia con un proyecto para la ciudad de Ginebra (Suiza); Italia con dos proyectos, uno para la protección y mejora del río Po en el Piamonte y el otro para la ciudad de Turín; y la Gran Bretaña con una propuesta de regeneración de la ciudad de Liverpool. De cara a próximas ediciones el jurado se plantea establecer categorías en la convocatoria del Premio y estudiar maneras para ampliar la participación.
Urbanismo, crisis y sociedad sostenible
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo de Urbanistas, Joao Teixeira, consideró que la planificación urbanística puede contribuir de manera significativa a la recuperación de la crisis económica y financiera actual a través de estrategias de regeneración urbana, competitividad territorial y para el desarrollo de la cohesión y la cooperación territorial. Aseguró que esta crisis cambiará la manera misma de hacer urbanismo, y constató que ya hay algunos gobiernos europeos que están abordando el urbanismo desde perspectivas distintas, identificando las medidas que pueden contribuir a reducir el impacto de la crisis y a superarla. El urbanismo como profesión, según Teixeira, tiene el reto de afrontar estos cambios, mientras sus instrumentos tradicionales están siendo alterados. La nueva situación obligará a que programas y proyectos de cooperación tengan que adaptarse a nuevas condiciones.
En la salida de la crisis, el urbanismo europeo, según Teixeira, tendrá que tomar decisiones difíciles y jugará un papel importante a la hora de encontrar soluciones desde la innovación, la creatividad y el conocimiento. Así mismo, recordó que se cuenta con el aval de más de cien años de experiencia afrontando crisis y otros retos desde la búsqueda. Ahora hay que encontrar soluciones en la crisis, al calentamiento global, a la reducción del consumo energético, y a la exclusión social, entre otras problemáticas actuales.
Teixeira se mostró seguro de que los principios y la práctica de la regeneración urbana están muy establecidos y que ha representado un gran beneficio para las ciudades, pero que ahora hay la necesidad de un nuevo programa Europeo y de una política de estímulo a la sostenibilidad y la prosperidad de las futuras generaciones. Un renacimiento de urbanistas bajo nuevas condiciones. Y, acabó diciendo que los premios del Consejo Europeo de Urbanistas demuestran el que se puede conseguir con el buen urbanismo puesto al servicio de la sociedad.
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