El Consorcio del barrio de la Mina hizo entrega el mas de agosto pasado del nuevo equipamiento polideportivo del barrio al ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs. El departamento de deportes del consistorio está estudiando una fecha por hacer la inauguración oficial.
El nuevo polideportivo de la Mina ha recibido el nombre de Zona deportiva la Mina, y se ha construido al nuevo tramo de a pie Quitando (esquina con la avenida Manuel Fernández Márquez), en una parcela a los límites del barrio que pertenece a la nueva zona urbanizada ganada con la desaparición del antiguo polígono industrial.
Se trata de una amplia instalación pensada por acoger las principales actividades deportivas del barrio, la lucha, el fútbol y la petanca; además, de otras actividades deportivas y sociales. El edificio tiene una estructura flexible que permitirá ir incorporando nuevos usos y programas relacionados con el deporte y la vida social del barrio. La entrada principal da acceso al área de vestidores y desde allí s’llega a la pista polideportiva interior de 45 por 27,5 metros que se subdivide en tres pistas de baloncesto. Aquí se pueden jugar partidos de varias disciplinas en pista cubierta, y gracias a las gradas retràctiles que se han colocado dar cabida a un público de 140 espectadores. En la planta baja también es dónde ha quedado ubicada la zona de gimnasio para las actividades deportivas generales.
El Club de lucha de la Mina ya se ha trasladado y ha empezado a entrenarse en una instalación propia situada en el primer piso, dónde también hay la cafetería y desde dónde se accede a la grada. Ya al exterior, está la pista de fútbol 7 de 53 por 35 metros, con sus gradas; el local social del Club de petanca, y ocho pistas por jugar de 15 por 3,5 metros cada una. Con respecto al código de acessibilidad, todos los bloques de servicios higiénicos disponen de un baño adaptado y es posible hacer el recorrido para todo el recinto a través de pasos anchas, rampas y ascensores.
El edificio del nuevo polideportivo del barrio de la Mina es obra de los arquitectos David Bochaca y Marc Forés de el Estudio Vértice de arquitectura de Barcelona y sustituye al antiguo equipamiento derrocado por poder construir una rambla que debe dar conexión y apertura al barrio. La obra, que ha durado poco menos de un año y medio, empezó la primavera del año pasado y ha tenido un coste de 4,2 millones de euros, parte de los cuales ha financiado la Unión Europea con los fondos regionales.