La XX Semana Cultural, fiel a su objetivo sensibilitzador, dedicó la edición de este año a incentivar la ciudadanía ante la crisis actual. Con el lema “En tiempo de crisis, recuperamos nuestros orígenes solidarios” apelava a la capacidad de reacción de las sociedades ante las dificultades colectivas. Así en el manifiesto público que abrió los actos, se recordaba, cuando veinte años atrás y gracias a la decisión de los vecinos, se institucionalizó la primera semana cultural, para mostrar el potencial del barrio y luchar por su dignidad.
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Este año los organizadores, la Plataforma de entidades y vecinos y la Asociación de vecinos, incluso, se habían planteado abandonar, según justificaron, por una carencia de recursos técnicos y económicos. Pero, finalmente, se optó para recuperar los orígenes inspiradores de la primera Semana Cultural, para “volver a ponernos en camino”; puesto que “abandonar habría supuesto adelantar nuestro fracaso como movimiento vecinal”, según se afirma. Situados en esta nueva perspectiva el manifiesto reconocía la necesidad de superar tensiones y trabajar solidariamente para superar desacuerdos y desencuentros, desde el diálogo. A la vez que se apuesta por fortalecer el tejido vecinal y asociados, “fundamental para la transformación social del barrio” y se pedía información y transparencia a la administración para garantizar la participación vecinal en el proceso de transformación.
Hacer visible la actividad social en el barrio
El Consorcio, al igual que el resto de entidades y servicios que trabajan en el barrio, han colaborado en el desarrollo de la Semana Cultural y, estuvo presente en la tradicional Muestra de entidades, con la participación de todos sus servicios. La programación general incluyó actas para todas las edades. cuentacuentos en la biblioteca, pasacalle por las calles, acontecimientos deportivos de fútbol, baloncesto y lucha grecoromana, diversidad de talleres, danza a la Escuela Mediterránea, actividades lúdicas para niños y jóvenes al Parque del Besòs, una mesa de ejercicios de gimnasia dirigida. Así como, una conferencia a cargo de el Archivo Histórico de la Mina sobre los orígenes del barrio, la proyección de un vídeo que recoge el testigo de varios vecinos a través de un seguido d’entrevistas, y una mesa redonda sobre el pequeño comercio de la Mina, que contaron con un buen número de público asistente.
El recorrido histórico sobre este entorno, empezó en la época en que los actuales terrenos del barrio eran una zona de arrozales junto a la desembocadura del río Besòs que posteriormente fueron desecados, cobdiciados, cultivados, regulados, expropiados, utilizados como vertedero, y, finalmente, urbanizados en el transcurso de varios regímenes políticos y circunstancias históricas más o menos adversas. Este repaso a la memoria histórica de esta zona se complementó con el testigo vive de protagonistas directos del transcurso de los últimos capítulos de la historia local.
Reflexiones sobre el comercio local
La mesa redonda organizada por la Asociación de Comerciantes de la Mina, también hizo una breve mirada al pasado para establecer comparaciones con la situación actual del pequeño comercio y dibujar las perspectivas de futuro que se le intuyen. Así como, en los inicios del barrio de la Mina el pequeño comercio jugó un papel importante y básico en El abastimIento de las familias, donde era posible encontrar todo lo que se podía necesitar, por la gran variedad de comercios existentes, la situación actual es muy diferente. Las cuatro representantes del sector que participaron a la mesa redonda, reconocieron que este se encuentra bajo mínimos en una situación de resistencia y que no hay relieve generacional de los negocios por la carece de los elicientes y las dificultades económicas. Las grandes superficies que se han ido implantando a la zona durante los últimos años han castigado severamente el pequeño comercio que, actualmente, ha quedado reducido a bares , fruterias-verdulerias y hornos de pan. El resto de negocios han ido cerrando y los nuevos locales comerciales que ofrecerán los bajos de los bloques de edificios de viviendas de nueva construcción, no se consideran una opción de renovación y mejora para el tendero de toda la vida, que difícilmente podrá hacer una inversión d’esta medida.
La XX Semana Cultural se clausuró con el tradicional cenar de entidades que este año tuvo lugar en la escuela Mediterránea, con la asistencia de vecinos y miembros de las asociaciones y servicios del barrio.