Los dos primeros meses de los Mossos d'esquadra a la Mina fueron de mucha faena. Tenían que asentar las bases y entrar en la comunidad buscando la convivéncia. No ha sido facil en un lugar donde hay tráfico y consumo de droga -gran negocio para unos cuantos-, compra y venta de material ilegal, violencia doméstica, leyes propias y mucha basura. Pero las estadísticas empezaron a recular. ¿Se había entendido el mensaje? Puede ser que si. Todo y que los 100 efectivos de los Mossos han mantenido el mismo grado de atención y de esfuerzo por atender a la comunidad que sirven.
La misión de la policía catalana es prestar ayuda y hacer respetar la ley que garantiza la convivencia. "Yo mismo -explica el jefe de oficina de atención al ciudadano- en algun caso, he sa salidoa ayudar a alguien que anteriormente había tenido que detener". Lamenta que "hay muchos que no entienden la doble misión que tenemos". Y aclara, "si me necesitas te ayudaré, pero si no respetas la ley y delinques tendré que actuar en consecuencia".
Antes del verano corria opr el barrio que no se veian tantos coches patrulla y que la inseguridad volvía. El jefe de la comisaría desconfía de las quejas sin hechos comprobables. "Hemos cojido nuestras estadísticas, los números, los casos, y los estudiamos -insiste-. Teníamos los mismos efectivos de siempre, hacíamos la misma faena o más, y en el numero de denuncias y actuaciones no había incidencias importantes. Queríamos saber porque lag ente decía sentirse mas insegura. En agosto, entonces, pusimos en marcha el plan especial de verano."
Los objetivos han sido los coches mal aparcados, la basura en el barrio y el mercado ilegal. Se establecieron patrullas conjuntas de Mossos i Policía local que son la visualización de lo que ya existe a las comisarías donde los dos cuerpos comparten la misma base de datos y están en conexión permamente. En la calle a significado que, en caso de tener que actuar, las diligéncias se tramitan a la vez y de acuerdo con la ley y las ordenanzas municipales. Y conjuntamente patrullan a pie para estar mas cerca del ciudadano.
"Tenemos un territorio pequeño de poco mas de 3 quilómetros cuadrados -explica el jefe de la comisaría- podemos actuar con mucha rapidez desde el momento que recibimos el aviso." Pero si no hay denuncias, si hay desconfianza; hay una pata que va coja." Estamos abiertos a escuchar cuales son los problemas de la gente para poder darles respuesta, pero necesitamos que nos llamen cuando pasa algo" pide el jefe de los Mossos de Sant Adría en la Mina; que de tanto en tanto también recibe alguna nota anónima de agradecimiento.
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