Se calcula que actualmente hay en el entorno de unos diez millones de personas que hablan la lengua romaní en Europa, sobre todo, en Rumanía y Bulgaria. Por eso se la considera la lengua minoritaria más hablada en la Unión. El 5 de noviembre se celebra el día Internacional del romero o romanó, lengua propia de los gitanos, para reivindicar su reconocimiento oficial por los diferentes estados europeos.
Preocupados por la salud de la lengua, en el año 2009, lingüistas, maestros y representantes de la comunidad gitana, provenientes de 19 países europeos, participaron entre el 3 y el 5 de noviembre en la ciudad de Zagreb, en una conferencia. La intención de los convocantes era hacer un diagnóstico de la situación del romero y sentar las bases para trabajar para lograr su reconocimiento como una lengua europea, tal y como recoge la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias. El objetivo es que el romanó sea "aceptado tanto por las administraciones de los estados como por las restantes instituciones nacionales", según se acordó en aquella ocasión. Posteriormente, en 2015, la UNESCO proclamó el Día Internacional del Idioma Romero con el propósito de fomentar la preservación de la lengua y la cultura romaníes. En su declaración subraya que se trata de un idioma antiguo, con todas las características lingüísticas de los idiomas modernos y que se encuentra en peligro de desaparición. Donde todavía se habla fuerza es en Rumania, Bulgaria y Serbia. Es uno de los idiomas oficiales de Kosovo, y ha sido reconocida en Croacia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Suecia.
La UNESCO aboga por un mayor apoyo a la lengua romaní, promoviendo, entre otras, la enseñanza del idioma, especialmente, entre los niños gitanos que recuperen la lengua materna. Y establece que reconoce su importancia como parte fundamental de la identidad y la cultura del pueblo gitano, además, de ser un patrimonio único de conocimiento y saber, se inscribe en un objetivo mucho más amplio, destinado a prevenir todo tipo de discriminación ya apoyar a la comunidad gitana en la defensa de sus derechos, así como la inclusión social y su desarrollo como pueblo.
De la India en Cataluña
La lengua romero proviene del sánscrito, una lengua indoeuropea que es considerada la lengua clásica de la India. Quienes han estudiado los orígenes están bastante de acuerdo en que hasta el siglo XI hizo una evolución similar a otras lenguas que también derivaban del sánscrito, ya partir de ahí empieza a diferenciarse coincidiendo con el momento en que el pueblo gitano inicia su migración a través de Asia y Europa. En este camino el romero se impregna de la influencia de los idiomas con que convive en los diversos territorios que atraviesa: Persia, Osetia, Armenia o Grecia donde llegan hacia el siglo XV, haciendo una evolución bastante homogénea. Después comenzará la diáspora del pueblo gitano, y la lengua derivará en diferentes dialectos influenciada por las lenguas con que cada grupo acabará conviviendo. La historia del pueblo gitano va ligada a las migraciones y la persecución, esto explicaría su intensa variedad dialectal y también su dificultad para sobrevivir.
En España, el grupo dialectal conocido como el romero ibérico se dividió en tres dialectos según el contacto que tuvo con el catalán, el vasco o el castellano. Y, desgraciadamente, todos desaparecieron desde hace dos siglos. Varios expertos consideran que la Gran Redada de 1749, instigada por el obispo de Oviedo, autorizada por el rey Borbón Fernando VI, y ejecutada por el marqués de Ensenada para extinguir la etnia rom en todo el país, fue el golpe definitivo. Después de que hasta 9.000 gitanos acabaran en prisión y muchos murieran debido a los trabajos forzados y los maltratos, pudo ser este el momento en que decidieran no transmitir la lengua a las siguientes generaciones para no ser identificados y salvaguardar su libertad. Este sería el origen de la mezcla con las otras lenguas del estado. Ahora sólo se conserva parte del vocabulario mezclado con el catalán y el castellano, lo que se conoce como caló. Se compatibilizan unas 800 palabras de raíz romero que perduran en el vocabulario actual del castellano, y aunque son más al catalán.