El pensamiento visual es innato a la condición humana, ya que el 80% de nuestro cerebro está diseñado para asimilar y procesar imágenes, lo que le supone menos esfuerzo que leer un texto. Pensamos, sino, en las pinturas rupestres que son la primera muestra. Con el pensamiento visual o visual thinking se trata de comprender, ver, una idea con los ojos. Ni que imaginarla.
El equipo de la Red de Servicios de Inserción Sociolaboral del Consorcio organiza a lo largo del año las jornadas de autoformación "Compartiendo conocimientos", justamente, para compartir herramientas y metodologías. Este intercambio de conocimientos aplicados, que se hace de manera rotativa, beneficia tanto a los profesionales como a las personas que acuden a los diversos servicios de la Red: SIOL (Servicio de Información y Orientación Laboral), Club de Trabajo, Avanza, Acércate en el Trabajo, Itinerarios de Inserción para Mujeres, Acceso y Sitúate. En esta ocasión, ha sido el equipo de Acceso, un servicio que trabaja la inserción laboral en el caso de las personas condicionadas por trastornos de salud mental, quien ha conducido la formación sobre pensamiento visual aplicado a la inserción laboral.
Convertir ideas en imágenes
En la orientación laboral la técnica del pensamiento visual permite al profesional trabajar con la persona que busca trabajo y que se prepara para afrontar procesos de capacitación y selección, visualizar la situación actual, proyectarse en el futuro y tomar decisiones sobre su itinerario personal de formación e investigación. Durante la sesión formativa que se ha hecho este mes, se plantearon dos dinámicas. En la primera cada persona evaluaba el autoconocimiento de sí misma, reflexionaba sobre el propio universo laboral e identificaba aquellos aspectos que de alguna manera la bloquean o le emocionan. En la segunda el objetivo era establecer las bases para definir un posible plan de futuro, así como las acciones y fechas concretas para hacerlo efectivo.
Visual Thinking es una herramienta metodológica que utiliza el soporte visual de dibujos sencillos, la tipografía y elementos conectores para ordenar ideas. Al dibujar aumenta nuestra capacidad de comprensión y de síntesis. Y, al plasmar ideas y conceptos sobre un papel las estamos comprendiendo, organizando, interiorizando, interpretando, al tiempo personalizando el aprendizaje, para que nos lo hacemos a medida. La información que vemos se retiene con mayor facilidad y multiplica la memorización. El poder de la imagen para mostrar conceptos clave y simplificarlos, ayuda a clarificar situaciones para luego poder tomar decisiones de una manera creativa e innovadora. Creando mapas mentales de conexiones entre ideas y conceptos llegamos mejor a la comprensión, definición de objetivos, identificar problemas, descubrir soluciones, simular procesos y generar ideas nuevas. Se trata de una técnica que se puede implementar en diferentes campos profesionales.
Consorcio del barrio de la Mina