Elegir una buena pared, dejarla bien pulida, darle una base de pintura blanca y empezar a dibujar enormes formas y figuras, para luego llenarlas de los colores más luminosos. Zosen Bandido y Mina Hamal han desembarcado en el barrio de la Mina para pintar un mural gigante en la pared lateral del bloque de pisos de la calle Estrellas que mira al mar.
Se trata de un proyecto de colaboración, tal como nos gusta hacer las cosas aquí la Mina, en el que han participado diversas entidades del barrio y el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs. Este dúo de artistas plásticos, que tienen murales pintados a tres continentes, están recogiendo en esta obra lo que les han transmitido los niños del barrio en los talleres de expresión artística que hicieron previamente el verano pasado. Ellos han sido su fuente de inspiración. Ahora el trabajo de ambos avanza a buen ritmo y los comentarios satisfactorios del vecindario de la Mina acompañan en sus toques de brocha.
Fusión y transformación
El Zosen y la Mina explican que sienten la responsabilidad de intervenir en el paisaje urbano con propuestas de gran formato que quedan permanentemente expuestas en el espacio público y que estarán a la vista de todos. Para ellos es un reto y una aventura que en cada nueva ocasión su obra consiga adaptarse al entorno físico y humano en que se ubica y el momento en que se realiza. Obligan al peatón a parar y mirarlo. Le ofrecen un momento de descanso visual, de parada y respiro. Invita a pensar e interpela. En su acción hay intención de transformar, de aportar algo positivo a la ciudad, de comunicar. Se sienten privilegiados de haber sabido fusionar sus dos mundos, inicialmente tanto distintos. Él, argentino, graffitero y skater desde los 12 años. Ella, japonesa, escritora de poemas y cuentos. Se encontraron en Barcelona y aquí tienen el centro de operaciones desde donde viajan partes, para dejar su huella de vivos colores que les permite conocer nueva gente y ciudades. Ahora pintan en el barrio que llamó la atención a la Mina Hamal, para lleva el mismo nombre que ella y que quiso conocer cuando lo descubrió.
La intervención que estos días están haciendo en la Mina consigue cambiar la fisonomía del barrio y romper con la uniformidad y el monocolor de todos sus bloques de pisos. La pared lateral que pintan es la que da al lado de la avenida Manuel Fernández Márquez, una de las vías principales de entrada al barrio y visible desde la ronda Litoral.