La Red de servicios de inserción sociolaboral del Consorcio trabaja actualmente con el apoyo de un total de 161 empresas de ámbitos diversos con las que hay firmados convenios de colaboración, 16 de los cuales se han formalizado durante el pasado 2017.
Desde el Consorcio se hace un trabajo de prospección y contacto con las empresas para dar a conocer los beneficios mutuos que conlleva su colaboración, apelando a la responsabilidad social del tejido empresarial que de esta manera contribuye al desarrollo y la cohesión socioeconómica del territorio. Por las características del barrio con un importante componente de exclusión social por multiplicidad de factores y, en especial, su población activa que, en su mayoría, no tiene una preparación técnica o es muy deficitaria, se hace necesaria una intervención especializada e individualizada, a través de los llamados Itinerarios Integrados de Inserción. Los programas de formación que se derivan de los itinerarios personalizados se adecuan a las necesidades de las empresas y las estancias de prácticas que estas pueden facilitar contribuyen a reforzar la capacitación laboral de los trabajadores y consecuentemente mejoran sus posibilidades de acceso al mundo del trabajo. Por su parte, el Consorcio ofrece a las empresas servicios para promover y facilitar la contratación. Ante una oferta laboral la Red de inserción el Consorcio hace una preselección de candidaturas que se ajustarán a los requisitos de la empresa, posteriormente, se acompaña del proceso de selección y en caso de contratación se garantiza el seguimiento del trabajador o trabajadora, en su proceso de adaptación y consolidación de puesto de trabajo.
Trabajo de prospección
Previamente, el equipo de prospección, junto, con los servicios de la Red sociolaboral hacen el trabajo de analizar los sectores laborales, conocer las necesidades de las empresas y definir perfiles profesionales entre las personas usuarias de la Red de inserción del Consorcio que respondan a las demandas concretas de las empresas. Se trata de encontrar el encaje entre las oportunidades laborales y las solicitudes de las personas que buscan trabajo. Como resultado de esta coordinación y colaboración, tenemos que a lo largo del 2017 se gestionaron un total de 203 puestos de trabajo. Para los que se enviaron 511 candidatos a las pruebas de selección, y fue 112 ofertas de trabajo que se concretaron en 160 contratos de trabajo. Paralelamente, se realizaron un total de 14 prácticas formativas que mejoraron la capacidades de los candidatos. Todo ello, benefició hasta 923 participantes de los itinerarios integrados, de los cuales 399 fueron mujeres y 481, hombres. Respecto al año 2016, estas cifras suponen un incremento de 42 personas.
Por sectores empresariales, el del comercio y las ventas es con lo que más contratos se han hecho, seguido del de los servicios de limpieza y el de la logística. En menor medida, también ha habido respuesta por parte del sector de la vigilancia y la conserjería, el relacionado con el reciclaje y el medio ambiente, y el de la hostelería y la restauración. Menos significativos han sido el de la construcción, las instalaciones, manipulados y los socioeducativos y culturales.