Están en marcha las obras para hacer una nueva plaza para el barrio, ubicada entre la parroquia Virgen de las Nieves y el nuevo CAP, a los que dará acceso desde la calle del Mar. Se trata de uno de los últimos proyectos de regeneración urbana contemplados en el Plan de transformación destinado a ser un lugar de encuentro para los vecinos, donde también habrá una zona de juegos infantiles.
Tiene una superficie de 1.847 metros cuadrados, un presupuesto de 571.640 euros y está previsto que los trabajos de urbanización de este entorno terminen hacia finales de este año. El proyecto arquitectónico, obra de Miguel Payá y Ivan Moraz del estudio Proenur, busca dar protagonismo a los peatones, en una zona que actualmente ya está destinada a este uso, que -en parte y de manera provisional- ha ocupado hasta ahora un aparcamiento de coches y que anteriormente había sido el campo de fútbol de la Mina. En el momento de redactar el proyecto ejecutivo se tuvieron en cuenta las conclusiones de un proceso participativo para el diseño de este espacio público, mediante un convenio de colaboración entre la Universidad de Barcelona y el Consorcio, en el marco del doctorado "Espacio público y regeneración urbana: arte y sociedad", que contó con la participación de la Plataforma de entidades y vecinos, los grupos de mujeres -Alfa costura y Adrianes-, la Asociación de comerciantes de la Mina y el entonces Grupo Unión -actualmente, Salesianos San Jorge La Mina-.
Sostenibilidad y compromiso social
Las máquinas que estos días trabajan han igualado los desniveles del terreno y la acondiciona para la fase de pavimentación. Se quiere construir un espacio basado en la simplicidad, que a la vez sea dinámico y acogedor, definido por criterios de sostenibilidad económica y medioambiental, que tendrá un trazado más claro y adecuado, donde se armonizarán y, al mismo tiempo se diferenciarán, los diversos usos de la plaza mediante la variedad de los materiales empleados en la pavimentación del suelo (losas, losetas, alcorques elevados, parterres y el caucho amortiguador de la zona infantil). Otro de los aspecto a los que se ha dado mucha importancia es la supresión de barreras arquitectónicas, para adaptar el espacio público a las personas con movilidad reducida y disminución visual, de acuerdo a la normativa vigente. Junto con el del impacto ambiental. En este caso, se siguen las directrices de la Agenda 21 de Cataluña para la reducción de la contaminación lumínica y el ahorro energético. Y, desde la perspectiva más social del proyecto, se han fijado unas cláusulas sociales por las que la empresa constructora ha incluido entre su equipo de operarios cuatro personas vinculadas a la Red de servicios sociolaborales del Consorcio, que de esta manera ganan experiencia laboral y oportunidad de trabajo.
Nueva vegetación que armoniza con el entorno
La ordenación racional del espacio ha previsto nuevo mobiliario urbano: bancos y sillas de madera, papeleras, los juegos infantiles que se instalarán, y bancos de hormigón que contribuyen a delimitar los espacios en la plaza. En cuanto a la vegetación, se eliminan todos los árboles muertos, enfermos o de aquellas especies que presentan problemas y se conecta la plaza al sistema de riego subterráneo que funciona de manera automática y programada. Se ha previsto la plantación de un árbol central de hoja perenne y de siete árboles más, de un tipo de acacia que hace flores rosadas, que irán a los parterres elevados delimitados por listones de madera.
La nueva plaza estará dedicada a la Ángeles Rosell y Simplicio, tal como ya anunció el ayuntamiento de la ciudad el pasado mes de enero en el acto de homenaje que se le hizo en reconocimiento por su lucha infatigable en defensa los derechos sociales, especialmente, de los niños y las mujeres. Ángeles Rosell murió en marzo de 2016, después de una vida dedicada a los más necesitados y en el barrio de la Mina.